domingo, 17 de febrero de 2013

Paredes

La luna, bocarriba, como una sonrisa sádica
Aquella noche me preguntaba
"¿Qué pretendes, con esa inocencia forzada?
¿Acaso con esa actitud no lo esperabas?"
Y a la niña que me desafió desde el espejo
La llamé Antártida
Y me pidió que escribiese un poema que no fuese triste
Porque le gusta retarme a todo lo improbable
Y el meteorólogo
Que si me iba a poner en plan tormenta
Que le avisara
Últimamente todo cuesta abajo, sin pastillas ni frenos
Qué adrenalina ¿no?
Y yo mientras aquí, helándote de menos

No hay comentarios:

Publicar un comentario