domingo, 5 de mayo de 2013

Luciérnaga

Te deslizas sigilosa
Y no te importa siquiera
Que sea a plena luz del día
Acaricias las historias
Nuestras historias
Con los dedos más afilados que mis suspiros
Afinados, como un piano de piel y luz
Y sin piedad ni remordimiento
Pero dulce como una niña huérfana de miedo
Algo que creamos, y es tan tuyo como nuestro
Lo muerdes y suena fresco y desgarrado
Como una manzana, como un poema
Como sexo, una carcajada
Como veteranos dedos en un solo de guitarra
Y en el preciso segundo que te apartas
Oliendo aún a tu cuello de vainilla
Observo de lejos cómo me haces falta
Bajando de un salto al vacío el rubor de mis mejillas
Subiendo en picado mis ganas de verte
Buscándome restos de polvo lunar en las manos
Achinando los ojos al verte a contraluz
Hasta dudo a veces si me merezco tanta suerte
No es oro todo lo que reluce, a veces eres tú


No hay comentarios:

Publicar un comentario