lunes, 11 de marzo de 2013

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A Esperanza Castro

Querías ir a mil ahora;
Olerle el humo del tabaco, tan lejos de ti.
Querías ir a mil
a
Su leve pecar de su boca.
Viene tu ansia del querer y no poder,
Del verte reflejada en su mar,
Del dejar de ser bar-
       -ca
¡A mí la guardia!
¡A mil, guardiana!
Quizás sea su boca y su risa,
¡Jay jay! Su risa (sur ella) tan alocada y maleante,
Rebotaba en tu barca como un llanto amorfado;
Es su risa canto egocéntrico
Con cual se crece…
Allá en el cielo le llueve to´l rato.
Querías ir a mil ahora,
A caminar a tientas su cuerpo descalzo.
Ahora mira, ¿Dónde quedó su barca?
Al nivel de tus zapatos.
Ahora eres tú ella, Esperanza de la vida
Ya libre de su llanto.


Nicolás González Morillo

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