martes, 15 de enero de 2013

La llamaban California

El puente de San Francisco enamorado, deseándote suicida
Y el viento, para poder lamerte en tu caída
Pero tú cruzando, con paso firme, y en la mirada chispas
Agarrándote, agarrándote fuerte 
a las sacudidas de la vida
Era todo muy confuso, pero recuerdo también que llovía 
Yo te esperaba al otro lado, hablé y tú no me entendías
Por el ruido de los coches, que pasaban como estrellas fugaces
Así que te arranqué el paraguas
Y te dije que nunca más te iba a hacer falta
Te sonreí como siempre
Te besé como nunca 
Fundido en negro. Corten. 

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