Esta es la hora en la que se decide
Si dormir como una buena chica
O iniciar la autodestrucción
De mi cama a la tuya miden
Las ganas que me incitan
A agarrarme a la segunda opción
Y eso es demasiado lejos
Más de lo que me merezco
Ni aún juntando mis maldades
Que los rencores quedan viejos
Cuando encuentro en mi reflejo
El anhelo de mirarte
Cómo desearía volver
A donde una vez me dejaste amarte
Subo el volumen, la voz rasgada de este blues
Suena como mi alma arrancando a recordarte
Quisiera estar de nuevo en esa noche en la que temía
Que nunca más te volvería a ver
Tan borracha como preciosa, eras poesía
Y para mí siempre lo vas a ser
Y dar mi vida por lamerte una vez
Como a la orilla las olas
Aprender de ti todo lo que aún no sé
Que nunca más vuelvas a sentirte sola
Una vida en la que estés
Una rutina caótica
Porque aunque dijimos adiós
Aún no nos hemos despedido
Y al decirlo no me atrevo a subir la voz
Pero sé que aún no todo está perdido
La ceniza ardiendo
Cayendo sobre los charcos de tu tormenta
Es la banda sonora de tu espera
Deberías llevar un cartel que advirtiera
Que al conocerte se corre el riesgo de echarte de menos
Aunque lo supe la primera vez que vi esos ojos de incendio
Que podrían dejar a oscuras a Las Vegas
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